El Río del Olvido (quinta entrega): tercer escrito del libro de Theodren
“Las luces se encendieron. La seguridad de la noche ya no la protegía.
Estaba sola. Lejos de cualquier refugio.
El miedo la había paralizado.
Escuchó unos pasos que se acercaban lentamente.
Tal vez no la habían visto.
Se mantuvo inmóvil.
Expectante.
Los pasos se oían cada vez más cercanos. El corazón le latía con fuerza.
Había oído historias, pero nunca hubiera imaginado que la realidad sería tan aterradora.
Las pasos se detuvieron.
La habían descubierto.
Por un segundo no supo que hacer.
Pero el instinto le gritó que huyera y ella corrió.
Corrió como nunca lo había hecho en su vida.
Corrió con todas sus fuerzas. Sin mirar atrás.
Pero era inútil.
Cada vez estaban más cerca. No había forma de escapar.
Sintió que parte del cuerpo se le desprendía. Ya no podía moverse. La habían alcanzado.
Sus piernas estaban destrozadas. Los órganos desparramados por el suelo.
Intentó huir con los miembros que aún le funcionaban.
Se arrastró algunos segundos. Segundos que le parecieron eternos.
Había llegado su fin.
Trato de suplicar.
Trató de llorar.
Pero ya era tarde.
La chancleta de la dueña de casa impactó sobre su cuerpo por última vez.”
N. del A.: Si bien este relato ya fue publicado en otra vida,
debido a reiterados pedidos de los lectores
se lo ha editado nuevamente.
1 comentario:
Un día, dos publicaciones, un deseo recurrente... casualidad o causalidad? morbo o poesía? Apocalipto, te necesitamos!
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