Baile del caño en Café del Fracaso
En medio de la sala de “famosos” el Manco Degollado Bailaor subió a una mesa y baila una tarantela por unas miserables monedas. Nadie sabe como subió, nadie piensa porqué subió, nadie hace esas cosas en el Café del Fracaso. A mis espaldas escucho una voz familiar, una pesadilla hecha realidad… lentamente asumo que estoy compartiendo la sala con el hombre de la bolsa moderno, el verdugo de la mente libre y la imaginación, el abominable cabezón de la tele…
(repite 5 veces)
El Manco detiene su danza endemoniada y se suma a la mirada estupefacta generalizada de las ánimas que deambulan por el lugar.
Cabezón cuervo botón: Señoras y Señoresss!!! Cañooooo!!!
( vuelve a repetir 5 veces)
Mozo: Ya le dije Marcelo, hasta que no pague la cuenta no puede abandonar el establecimiento, lo dice claramente el cartel: “La casa se reserva la obligación de permanencia”. Y si sigue fastidiando lo mando a la jaula de Repetto!
Repetto: Salute Marceleteee!, comenzamosss!
Asiento y con voz temblorosa pido un café para mi nuevo amigo, no porque quiera, sino porque así se acostumbra hacer en el Café del Fracaso.