El Río del Olvido (segunda entrega): EL LIBRO DE THEODREN
Siempre fui un aventurero.
Un hombre libre de ideales que perseguía sueños y tesoros por el mundo. Recorrí los lugares más mágicos y también los más comunes. Los más sublimes y los más perversos. Una de estas aventuras, la última, me condujo hasta las orillas de un caudaloso río, al este de una mitológica ciudad. Me hallaba en la búsqueda de un libro. Un libro de recuerdos. EL LIBRO DE THEODREN.
Theodren fue la única persona a la que la Muerte, a lo largo de toda su eternidad, alguna vez amó. Pero Theodren, como todas las personas que amaron a la Muerte, falleció a las orillas del río del Olvido.
En su memoria, la Muerte creó un libro. Un libro mágico, forrado con las lágrimas de todas las personas que escriben en él. Estas personas escriben allí sus últimos pensamientos y recuerdos, antes de cruzar el río del Olvido.
Hasta aquí me llevaron mis aventuras. Encontré la ciudad, pero me llevó el resto de mi vida hallar el río y el libro. Cuando finalmente lo encontré, hallé junto a él, a la Muerte.
Me dijo que tomara algunos escritos y los enviara al mundo de los vivos para que los publicaran.
Con una sonrisa en el rostro, tomé algunas hojas y se las alcancé a la Muerte, quien se las dio a un espectro que volaría hasta la casa de alguna persona con los medios para publicarlos y los dejaría en la ventana.
Miré a la Muerte y le pregunté por qué hacía esto. “Es un regalo de mi parte hacia ti y a todas las personas que cruzaron alguna vez el río”, contestó.
Sonreí y le pregunté que pasaría a continuación.
Es tu turno de escribir en el LIBRO DE THEODREN, me dijo.
Y así lo hice.
Porque siempre fui un aventurero.
2 comentarios:
Morir con honor, quien sabe lo que es eso actualmente? Lo más cercano que nos queda es morir en la grabación de una película o haciendo parkour.
En este mundo globalizado de cadenas de hamburguesas y supermercados de religiones los únicos hombres de honor se pueden encontrar en una típica película de sargento malo y soldado rebelde.
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