jueves, mayo 31, 2007

Baile del caño en Café del Fracaso

En medio de la sala de “famosos” el Manco Degollado Bailaor subió a una mesa y baila una tarantela por unas miserables monedas. Nadie sabe como subió, nadie piensa porqué subió, nadie hace esas cosas en el Café del Fracaso. A mis espaldas escucho una voz familiar, una pesadilla hecha realidad… lentamente asumo que estoy compartiendo la sala con el hombre de la bolsa moderno, el verdugo de la mente libre y la imaginación, el abominable cabezón de la tele…

Cabezón cuervo botón: Señoras y Señoresss!!! Cañooooo!!!
(repite 5 veces)

El Manco detiene su danza endemoniada y se suma a la mirada estupefacta generalizada de las ánimas que deambulan por el lugar.
Cabezón cuervo botón: Señoras y Señoresss!!! Cañooooo!!!
( vuelve a repetir 5 veces)
Mozo: Ya le dije Marcelo, hasta que no pague la cuenta no puede abandonar el establecimiento, lo dice claramente el cartel: “La casa se reserva la obligación de permanencia”. Y si sigue fastidiando lo mando a la jaula de Repetto!
Repetto: Salute Marceleteee!, comenzamosss!

El viejo de barba de al lado me mira con complicidad impuesta y murmura: “Desde que el dueño se empezó a encargar de estos casos de octavo círculo del infierno, el Café del Fracaso dejó de ser lo que era…” Se queda pensando unos segundos y continua: “Realmente queríamos escapar cuando solo constituía un espacio para la permanencia eterna de las almas en pena? Yo creo que no…”

Asiento y con voz temblorosa pido un café para mi nuevo amigo, no porque quiera, sino porque así se acostumbra hacer en el Café del Fracaso.

5 comentarios:

Jilguero dijo...

Atrás quedaron las tardes de literatura etíope y títeres,...ahora el lugar se empacha de revistas Paparazzi y bajezas de todo color y forma.

Ze Bastian dijo...

Así es jilguero... un triste final para nuestras vidas de pajarracos del teatro negro de praga...

Diego Manuel Soria dijo...

No seamos pesimistas compañeros. Vivamos el hoy con alegría pues mañana será peor.

Ze Bastian dijo...

Habrá luz al final del caño?

Jilguero dijo...

La luz no se encuentra en el caño, sino en los controles remoto de cada hogar argentino. Al presionar el botón "off" encontraremos la paz interior y nos libraremos de cabezones y travestis bailarines...