Repetipibe presenta: "resuelva los casos del sub teniente Godómez". Hoy: "cartas de un suicida"
La policía halló el cadaver en la cocina del departamento. El sub teniente Godómez fue el primero en llegar al lugar luego de la denuncia de una vecina quejándose de los molestos ruidos a tiros del piso superior. Godómez arrivó al lugar y tirando la puerta abajo de una patada voladora se encontró con los restos rígidos del occiso junto al arma aún humeante en su mano derecha. El sub teniente revisó el lugar minuciosamente con su veloz mente de detective y se acercó a la mesa en donde descansaba una hoja de papel junto a una delicada birome color carmesí. Godómez la leyó en voz alta, casi gritando, sin nungún motivo aparente:
"Adiós soquétes"
En ese momento todos los patrulleros de la ciudad, incluido un tanquecito nuevo que la policía había comprado el sabado, arrivaron al departamento llenando el lugar con ruido a sirenas y olor a donuts. El sub teniente aprovechó el momento para dejar salir su cleptomanía y apoderarse de un par de guantes del difunto y huir del lugar.
En el pasillo se cruzó con la señora que hizo el llamado telefónico y la interrogó sobre los ruidos que oyó. La mujer contestó que se encontraba viendo televisión cuando el sonido a balazos del piso superior apagó el sonido a balazos del televisor. Godómez se despidió y salió del edificio.
En la calle, el frío invernal literalmente le heló la sangre. El sub teniente entonces, con felinos movimientos se colocó los guantes recién adquiridos. Luego de unos minutos, sus desarrolladísimos sentidos se percatan que el guante de la mano izquierda deja pasar más el frío invernal que el de la mano derecha.
"No fue un suicidio, lo asesinaron" le grito a una vieja que iba a comprarse un desodorante a la farmacia.
¿Puede usted explicarnos que cuernos pasó por la cabeza del subteniente en esa última oración traída de los pelos?
3 comentarios:
Todos sabemos que los policías no comen donuts. Ellos simpatizan con la pizzería del barrio y con el kiosco en donde les "fían".
Si llegaran a tener amigos en una panadería no pedirían donuts, sino que se deleitarían con alguna que otra "Bola de Fraile", situada generalmente en el fondo de la bolsa de "faturas".
Hay quienes creen que podría ser por el desgaste del guante izquierdo cuando el arma se encontraba en la mano derecha. Muchos dicen que godómez se la pasaba diciendo frases independientes del contexto. Yo prefiero buscar en el lado más puro y noble de su corazón y así descubrir que lo calentó la minita del desodorante y le tiró esa frase para hacerse el groso. No subestimen el atractivo de un hombre con uniforme.
Para mi, el occiso, consternado por la mala calidad de sus medias nuevas donde no entraban sus pies, las amenazó: "adiós soquetes" y PUM! les disparo. Para luego darse cuenta de que eran guantes, no zoquetes.
Su estado pseudo-catsessa y su error confluyeron al descenlace tragico que todos conocemos...y en el frio en los dedos del detective.
Publicar un comentario