Casino "Destino"
Todos los rosarinos sabemos que en la ciudad de los devoradores de felinos existen dos calles paralelas que se cruzan en una esquina cada 17 años (contando solo los días hábiles).
En esa esquina se halla un solo edificio: el Casino "DESTINO".
Un casino gerenciado por el infierno, de croupieres infernales y fichas malditas. En él uno ingresa con nada más que los años de su vida, los cuales canjea por fichas en la caja.
Con las fichas en la mano uno se juega la vida, mano por mano, tirada por tirada, con cada uno de los demoníacos croupieres.
Al final de la noche uno sale del casino derrotado, siempre se sale derrotado del Casino Destino. Pero entonces descubrimos que no hemos perdido un solo año de nuestra vida, sino que en cada mano hemos apostado los años de nuestros seres amados.
Al salir del casino seguimos siendo jovenes, pero estaremos solos por el resto de nuestras vidas, hasta que el averno nos acoja nuevamente en su seno.
3 comentarios:
Diego, somos un todo... y por eso debemos (algunos) sacrificarnos por el resto, por aquel que valga la pena seguir con vida. Así como las colonias de hormigas, todos deberíamos trabajar para que Maria Sharapova siga con vida.
Hace unos años caminaba solo enfrentando la noche fría y tenebrosa de agosto y cuando llegué a la esquina de la que tantas veces había oído hablar no pude hacer más que entrar con presura al edificio luego de un esporádico titubeo producto del recuerdo de terribles historias y el miedo consecuente corriendo por mis venas.
Nada se puede contar de lo que ahí dentro se ve y les aseguro tengo motivos de sobra para no hacerlo.
Cuando puse mi vida en la mesa y pedí las fichas correspondientes, los infernales seres que allí se daban cita se miraron desconcertados y uno se dirigió dubitativo hacia el salón VIP (very infernal people).
Volvió al cabo de unos minutos eternos con dos golpeadores profesionales y luego de decirme con su voz tenebrosa que no tenía fichas ni crédito en el casino destino me expulsaron frente a la mirada estupefacta de los demás apostadores y croupiers.
Seguí caminando tratando de entender la situación y hasta hoy no tenía una respuesta, lo cual me había llevado a teorías absurdas e historias de vampiros.
Ahora sin saberlo usted señor Soria me ha explicado porqué no puedo jugar en el casino destino.
En mi tierra natal, desde tiempos inmemoriales existe el Casino del Destino. Logicamente he recogido experiencias en él. Lo he estudiado y he visto muchisimas personas desperdiciar años de sus vidas y almas de familiares en la ruleta del destino. Pero un buen dia, cansado de mi trabajo de croupier infernal me revele. Renuncie y me fui. De pronto todos mis años cayeron sobre mi y meditando me di cuenta de que la unica forma de recuperar mi apariencia era volver al Casino, pero esta vez del lado de los que pierden. Con toda mi experiencia me acerque a la caja y canjee todo lo que tenia, mi futuro y el alma de mis seres queridos por unas cuantas fichas. Observe minusciosamente cada mesa, hasta encontrar una en cual jugar mis fichas. Era aquella mesa en la que estaba Hannibal Lecter, recientemente llegado de Carlos Paz, a la cual me dirigi. Preferi no hacer ninguna jugada y solo seguir a mi corazon (el cual se encontraba en la caja, fui a ver que me decia y volvi). Aposte absolutamente todo al 17, ya no tenia esperanzas, pero el destino me hizo un guiño y gane. Nadie como yo sabia que todo
estaba arreglado y en el Casino del Destino nadie gana, pero yo gane. Me fui como habia llegado: joven y talentoso, y volvi a mi pasion: el basketball de las grandes ligas, el rap heavy y la cumbia dark. Despues de una eternidad en el Casino del Destino, me retire, y ahora estoy en el Libro guiness de los records de Lucifer. Me despido de uds., simples mortales comegatos, hasta la proxima.
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